lunes, 1 de julio de 2013

Poema: La ironía de amar




Que amargo son los días
sabiendo que no estás.
Que tonto fue pensar
que tú algún día me ibas amar.

Mi amor por ti era más grande que el mar,
más brillante que el sol.
Eras una Venus
radiante como la luz
de una belleza sin igual.

Fue en tus quince primaveras
el día en que te conocí,
el día que marque mi cruz
y el cielo se me vino abajo.

Y ahora que estoy en mi lecho de muerte
viendo a un esqueleto provisto de guadaña,
recuerdo "lo buena que fuiste conmigo",
esperando que aquella de ojos vendados
te dé la justicia que por fin te mereces.



Gina Guerra

No hay comentarios:

Publicar un comentario